dorada época,
del cielo estrujado nacerán tus noveles estrellas
cuando huela el nuevo tiempo y las grietas sean imposibles de mantener
escapará la mar turgente como un firmamento abierto
y lo irreconible tendrá su imagen y su ser.
llanto inacabados dolerán lo suficiente,
pero el temor adornará con su danza su nido en el levante.
estremece saber lo que el entero pasaje se atreve
en su viaje al cúlmine destino
pero el flagrante estertor hará de sí
adoquinables tertulias de boulevares
y los zánganos dormirán su sueño postergado
en letrinas que atesoran el cariño aguinaldo.
suenan las guitarras sus corazones acarozados
pelusas de melodías agujerean las llagas humildes
las bondades manifiestas y no probadas
las aguachentas pieles de los ricos adornados en cascabeles
y sus cascabeles adornadas por los ricos.
tibio es el temor.
pero tibio no va a ser el tiempo.
ni el tiempo va ser.
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